CAPÍTULO 1 “LA CAÍDA”
Lo que alguna vez fui murió en esa batalla ¡ja! Qué más da, al fin y al cabo todos los hombres existimos para la muerte y somos arrojados a ella.
Lisiado y moribundo, mi alma era reclamada por un ser que vagaba por la oscuridad, escudriñando mis secretos.
Mi espíritu estaba pronto, pero mi carne era débil; recostado en la cama vi al cuervo a los ojos, pero esta vez noté la desesperación, no en mí, sino en él, esta criatura ansiaba algo y, fue entonces que vi su secreto, fue entonces que vi una oportunidad…
—Espera un momento—Dije.
—Lo dicen todos…—Dijo el ser.
— ¿Para que necesitaría alimentarse un ser tan poderoso como tú?
— ¿A qué juegas, humano? ¿Quién eres tú?
— ¿Qué acaso el demonio de los secretos que lo sabe todo…no sabe mi nombre?
—Ni tú el mío
—Aún
—Aghh…pronto nos volveremos a ver—Dicho esto el cuervo se fue hacia el oeste.
En ese instante supe lo que debía hacer, recordando mi vieja vida en Noxus, recordando las frases de mis padres “Secretos ocultos en las sombras” “Un bastión” y “Una mujer pálida”. Tenía el plan en mente, solo hacía falta ejecutarlo y, buscar aliados, aunque estoy seguro que ya me gané uno muy poderoso, dentro del Bastión Inmortal…
—La suerte está echada—Jericho Swain
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